Mudarse como pareja a un nuevo espacio es una experiencia emocionante, llena de esperanza y de buenas energías. No obstante, la decoración puede convertirse en un verdadero desafío si no se maneja adecuadamente. A menudo, las decisiones rápidas y la falta de comunicación llevan a ciertos errores que las parejas cometen a la hora de la decoración del hogar.
Desde elegir colores poco compatibles hasta no considerar el estilo de ambos, estos desaciertos son más comunes de lo que se cree.
El magazine virtual Arquitectura y Diseño abordó algunos de estos deslices. Entre los más comunes están los siguientes:
No planificar el presupuesto o las compras
Lanzarse a comprar sin definir un presupuesto y un plan de acción basado en las necesidades y prioridades de la pareja puede acarrear problemas en el mediano plazo. Al hacerlo de esta manera, es probable que se terminen adquiriendo objetos innecesarios que, a la larga, debilitan el presupuesto conjunto.
Por ello, lo ideal es planificar y segmentar cada gasto por categorías, para evitar gastar de más y sucumbir ante los impulsos.
Restar importancia al espacio personal
La vida en pareja tiene sus encantos. Sin embargo, subestimar la necesidad de contar con espacios personales en el hogar, por diminutos que sean, puede generar tensiones a largo plazo.
No tiene que ser un cuarto entero o un área muy grande. Por ejemplo, con dos oficinas decoradas según los gustos personales de cada uno, o dos mesitas de noche ligeramente distintas, es suficiente para contar con un espacio propio dentro de la casa.
No tomar en cuenta los gustos del otro
Los gustos de los dos son igual de importantes. Por ello, es esencial equilibrar las preferencias de ambos, lo que implica encontrar soluciones creativas que integren lo mejor de ambos mundos.
Que una parte asuma el control total de la decoración es agotador y deja por fuera al otro. Este es un error común que de seguro generará conflictos más adelante.
Mezclar estilos sin sentido
Ok. Ambos participan de la decoración, pero resulta que tienen gustos muy diferentes. Entonces deciden incorporar las preferencias de los dos, y el resultado es, cómo decirlo, bizarro pero no en el buen sentido. ¿Suena familiar?
Créalo o no, este es uno de los errores más comunes que las parejas cometen en la decoración del hogar.
Por esta razón, antes de empezar, es recomendable conversar para llegar a acuerdos y no caer en una estética sin sentido y poco armoniosa.
Compartir los almacenamientos
Si uno de los dos es desordenado(a) y se suma otra persona, ¿qué podría salir mal? Por eso, es muy importante que cada uno tenga sus propios (y bien definidos) espacios de almacenamiento, en el clóset, gavetas, zapatero, mesita de noche y escritorio, entre otros.
Es recomendable repartir los espacios de manera que cada persona en el hogar pueda acceder fácilmente a sus pertenencias sin perderse entre las cosas de los demás.
Obsesionarse con un espacio en particular
Como pareja, es fácil tomar ciertos espacios y llenarlos de plantas, cuadros y muebles, mientras que ambientes como los dormitorios o baños no son tomados en cuenta. Es importante mantener una visión global y equilibrada para hacer del hogar un espacio ameno y equilibrado.
Saturar los espacios de pequeños accesorios decorativos
El exceso de esos pequeños elementos decorativos que se adquieren al viajar o en ferias puede hacer que un espacio se vea atiborrado.
No es necesario llenar la puerta de la nevera de fotografías ni las estanterías del salón con decenas de souvenirs. Aparte de que acumulan polvo, hacen que otros elementos pierdan protagonismo.
Además, la saturación de elementos decorativos da a los espacios una sensación de desorden y suciedad.
Improvisar la decoración
Muchas parejas tienden a improvisar la decoración del hogar y como resultado se enfrentan a una vivienda poco homogénea y difícil de habitar, ya sea por falta de tiempo o por falta de comunicación en este sentido.
Es importante tomarse el tiempo para buscar inspiración juntos, conversar y llegar a un consenso sobre el tipo de decoración conjunta que se quiere lograr como pareja.
En resumen, evitar estos errores como pareja en la decoración del hogar requiere planificación y comunicación.
Tomarse el tiempo para discernir y considerar las preferencias de ambos puede transformar el hogar en un espacio armonioso y acogedor. Recuerda que la decoración es un reflejo de la vida en pareja, ¡así que disfruten el proceso juntos!
Te invitamos a seguir leyendo: Adiós a las canastas de mimbre tradicionales: conoce las cestas Mävinn de Ikea
