Renovar un mueble es una experiencia gratificante que permite darle nueva vida a piezas antiguas y vintage. También es genial para una vida sostenible, porque cada mueble que se reutiliza o recicla es una pieza menos que podría acabar en un vertedero.
Hay muchas maneras de crear un mueble renovado que se adapte a su estilo único. A continuación, algunos consejos de los profesionales de ReStore para abordar su próximo proyecto de renovación:
Averigüe de qué están hechos los muebles
¿Esa tumbona es de teca o pino? ¿O es de fresno? ¿Y la silla de cocina antigua que acabas de comprar o la otomana vintage que estás deseando devolverle la vida? Si quieres renovar bien, importa de qué material están hechos tus muebles.
Los distintos materiales requieren distintos procesos, productos químicos, pinturas y tintes para que tengan el aspecto que deseas.
Por ejemplo, el roble absorbe el tinte de forma más uniforme que otros tipos de madera, por lo que no es necesario utilizar un sellador o acondicionador para dar acabado a los muebles de roble. El fresno, por otro lado, es muy poroso, lo que significa que debes utilizar un relleno de poros si quieres conseguir ese acabado brillante.
Lo mismo ocurre con los accesorios y detalles de los muebles: si los montantes metálicos de ese viejo sillón tienen un aspecto un poco oxidado, intenta averiguar de qué están hechos.
Sepa cuándo reemplazar, renovar o ninguna de las dos cosas
Incluso los aficionados pueden encargarse de proyectos de renovación y reciclaje, pero a veces es más trabajo del que merece la pena. Por eso es importante saber qué proyectos se pueden abordar y cuáles es mejor dejar de lado.
Cuando esté buscando muebles para restaurar, busque estas señales que probablemente no sean una buena opción:
No se moleste en restaurarlos si los muebles están dañados de tal manera que no sean seguros para usar, o si tienen cortes o quemaduras muy profundas (las imperfecciones se pueden lijar, pero solo hasta cierto punto).
Considere reemplazar en lugar de renovar si el material del que está hecho está disponible y es lo suficientemente asequible como para reemplazarlo (no pierda tiempo decapando y tiñendo madera vieja si es barata).
Además, piense en cómo quiere que se vea el mueble cuando haya terminado. Algunos materiales, especialmente la madera vieja, pueden verse drásticamente diferentes después de una limpieza profunda y un tinte. Nunca se sabe qué puede estar escondido debajo, así que es bueno estar preparados para una sorpresa.
Cuando se restaura un mueble, tampoco es necesario que se haga un gran trabajo. A veces, dejar algo un poco sin terminar le da un aspecto un poco rústico, o tal vez tiene marcas que le dan carácter. En estos casos, asegúrese de higienizar adecuadamente antes de incorporarlo a su hogar.
Elija el proceso que se adapte al uso que le dará a sus muebles restaurados
Los muebles restaurados pueden ser prácticamente cualquier cosa que se desee, desde decorativos hasta utilitarios. Lo importante es asegurarse de que la forma en que los está restaurando sea apropiada para el uso que les dará.
Por ejemplo, si está renovando una silla de cocina, es posible que no quiera tapizarla con un asiento blando que sea difícil de limpiar. Del mismo modo, una silla de salón probablemente no debería estar equipada con un asiento de madera dura.
Si está renovando sillas de playa viejas que se usarán en el exterior, aplique un acabado a base de aceite en lugar de laca o goma laca para asegurarse de que su arduo trabajo (y el propio mueble) puedan sobrevivir a los elementos.
Tenga en cuenta el producto final al planificar su proyecto de renovación de muebles. Investigue los métodos y procesos adecuados para esa aplicación específica.
Límpielo bien antes de renovarlo
La única forma de darle un nuevo comienzo a un mueble restaurado es limpiarlo a fondo primero. Algunos proyectos de restauración implican un proceso que elimina años de uso para devolverle la vida. Es posible que vea mucha suciedad, manchas, pintura e imperfecciones en la parte superior del mueble que quiera salvar, y el primer paso es limpiarlo todo.
Todo depende del aspecto que se quiera conseguir. Los muebles de madera deben limpiarse, secarse, decapar, lijar y más antes de empezar a pintarlos o teñirlos.
Los objetos de metal deben limpiarse a fondo y se debe quitar toda la pintura (a menudo hirviéndolos y rascándose suavemente) antes de pulirlos o volver a cromarlos.
Deja suficiente espacio y aire fresco en el área de trabajo
Muchas técnicas de remodelación requieren sustancias agresivas como selladores, imprimadores y tintes, muchos de los cuales son perjudiciales para los pulmones. Nunca utilice productos químicos, pinturas ni tintes en un espacio cerrado.
Para obtener mejores resultados, use equipo de protección (incluidos guantes, gafas protectoras y ropa que no le importa arruinar) y configure su espacio de trabajo de una de estas dos maneras:
- Trabaje al aire libre en un día seco y sin mucho viento. Coloque una lona en el patio trasero y aplique la mayor cantidad posible de productos químicos allí
- Si eso no es posible, trabaje en el interior con las ventanas abiertas. Coloque la lona en un área grande y abierta de su casa (o en el garaje) y abra tantas ventanas como sea posible. Instale un ventilador oscilante para mantener el aire en movimiento hacia el exterior, donde no pueda causarle ningún daño
Todo lo que se necesita para triunfar en su próximo proyecto de restauración de muebles es confianza, esfuerzo, un poco de conocimiento y los elementos adecuados. ¡Feliz restauración!
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