El mantenimiento al aire acondicionado es fundamental para garantizar su eficiencia, prolongar su vida útil y mejorar la calidad del aire en el hogar o la oficina.
Un sistema bien mantenido no solo funciona de manera más efectiva, sino que también consume menos energía, lo que se traduce en facturas más bajas y un menor impacto ambiental. Además, ayuda a prevenir fallas costosas y asegura que el aire que circula sea limpio y saludable.
En este sentido, los filtros, serpentines y aletas de un aire acondicionado son componentes que requieren un mantenimiento regular para que la unidad funcione óptimamente durante sus años de servicio. Si se descuida el mantenimiento necesario, se garantiza una disminución constante del rendimiento del aire acondicionado, mientras que el uso de energía aumenta.
Filtros de aire acondicionado
La tarea de mantenimiento más importante que garantizará la eficiencia de su aire acondicionado es reemplazar o limpiar sus filtros de manera rutinaria. Los filtros sucios y obstruidos reducen la cantidad de flujo de aire y reducen significativamente la eficiencia de un sistema.
Además, cuando el flujo de aire está obstruido, el aire puede pasar por alto el filtro y depositar suciedad directamente en el serpentín del evaporador y perjudicar la capacidad de absorción de calor del serpentín. Reemplazar un filtro sucio y obstruido por uno limpio puede reducir el consumo de energía de su aire acondicionado entre un 5 % y un 15 %.
En el caso de los acondicionadores de aire centrales, los filtros suelen estar ubicados en algún lugar a lo largo del conducto de retorno. Las ubicaciones más comunes de los filtros son las paredes, los techos o el propio acondicionador de aire. Los acondicionadores de aire de habitación tienen un filtro montado en la rejilla que da hacia la habitación.
Algunos tipos de filtros son reutilizables, mientras que otros deben reemplazarse. Están disponibles en una variedad de tipos y eficiencias.
Los filtros pueden necesitar atención más frecuente si el aire acondicionado se usa constantemente, está expuesto a condiciones de mucho polvo o si tiene mascotas con pelo en la casa.
Bobinas del aire acondicionado
El serpentín del evaporador, así como el serpentín del condensador del aire acondicionado acumulan suciedad a lo largo de los meses y años de funcionamiento. Un filtro limpio evita que el serpentín del evaporador se ensucie rápidamente.
Sin embargo, con el tiempo, el serpentín del evaporador seguirá acumulando suciedad. Esta suciedad reduce el flujo de aire y aísla el serpentín, lo que reduce su capacidad de absorber calor.
Para evitar este problema, es recomendable revisar el serpentín del evaporador todos los años y limpiarlo, según sea necesario.
Los serpentines del condensador exterior también pueden ensuciarse mucho si el ambiente exterior es polvoriento o si hay vegetación cerca. Puede ver fácilmente el serpentín del condensador y notar si se acumula suciedad en sus aletas.
Aletas de bobina
Las aletas de aluminio de los serpentines del evaporador y del condensador se doblan fácilmente y pueden bloquear el flujo de aire a través del serpentín. Los mayoristas de aire acondicionado venden una herramienta llamada «peine para aletas» que peinará estas aletas para que vuelvan a su estado original.
Desagües de condensado
De vez en cuando, pase un alambre rígido por los canales de drenaje de la unidad. Los canales de drenaje obstruidos impiden que la unidad reduzca la humedad y el exceso de humedad resultante puede decolorar las paredes o las alfombras.
Contrate a un profesional
Cuando su aire acondicionado necesita más que un mantenimiento regular, por ejemplo, cuando no reduce la temperatura interior a un nivel confortable, contrate a un profesional. Un técnico bien capacitado encontrará y solucionará los problemas en su sistema de aire acondicionado.
El técnico deberá:
- Verificar la cantidad correcta de refrigerante
- Probar si hay fugas de refrigerante utilizando un detector de fugas
- Capturar cualquier refrigerante que deba ser evacuado del sistema, en lugar de liberarlo ilegalmente a la atmósfera.
- Chequear y sellar fugas de conductos en sistemas centrales
- Medir el flujo de aire a través del serpentín del evaporador
- Verificar la secuencia de control eléctrico correcta y asegurarse de que el sistema de calefacción y el sistema de refrigeración no puedan funcionar simultáneamente
- Inspeccionar los terminales eléctricos, limpiar y ajustar las conexiones y aplicar un revestimiento no conductor si es necesario
- Lubricar los motores con aceite y comprobar la tensión y el desgaste de las correas.
- Verifique la precisión del termostato
En resumen, hacer mantenimiento regular al aire acondicionado es fundamental para asegurar un rendimiento óptimo, así como prolongar la vida útil del equipo. Este cuidado no solo previene problemas mayores, además de costosas reparaciones, sino que también garantiza un ambiente interior saludable y cómodo.
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